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Programa de transformación del pajarillo

Birdie Programa de Transformación: semana 2

Programa de transformación del pajarillo: semana 2

Hay dos objetivos esta semana en lo que se refiere a nuestra salud física y bienestar: comienza, por un lado, con el aprendizaje intelectual, y continua por otra parte, percibiendo y observando el cuerpo. Las actividades de esta semana sirven como ejemplo para hacer cosas similares en otros temas y situaciones en el futuro. Estudio y autoobservación.

Semana 002:

Durante esta semana, la tarea es doble: una para la mente, la otra el entrenamiento para percibir y experimentar la consciencia corporal. Se relaciona con acciones específicas que casi todos nosotros hacemos en nuestras vidas e incluye sustancias que normalmente tomamos: café y té.

¿Por qué hacemos esto? Porque lo que comemos y bebemos sí que afecta a cómo funciona nuestro cuerpo-mente, a nuestros estados emocionales, a cómo fluye la energía y a cómo nos manifestamos en la vida.

Si no bebes café y no conoces a nadie que lo haga, puedes sustituirlo por té, incluso por infusiones de hierbas, especialmente estas. Las infusiones de hierbas son medicinales y también tienen efectos en nuestro cuerpo.

1.- Averigua todo sobre el café.

Investiga y estudia. Puedes usar libros o Internet o hablar con gente.

Sabrás que realmente aprendiste algo cuando intentes explicárselo a alguien.

Las preguntas de abajo son, simplemente, una guía para ayudar a enfocarte.

¿Qué es el café? ¿De dónde viene? ¿Cómo lo usaban los antiguos y cómo se cultiva hoy?

¿Cuáles son los distintos métodos para tostar el café? ¿Por qué lo tostamos y cómo cambia eso al café?

¿Qué sustancias hay en el café que afectan al cuerpo y a la mente de los humanos?

¿Tomar café es saludable para los humanos? ¿Qué efecto tiene el café en los humanos: cerebro, corazón, estómago, intestinos, etc.? ¿Cuántas tazas al día se consideran beneficiosas según la mentalidad actual? ¿Qué sucede con los enemas de café? ¿Beber café es saludable si le añadimos leche o azúcar? ¿Cuánta cafeína tiene el café descafeinado? ¿Los posos de café son buenos fertilizantes? ¿Qué tipo de agua usamos para hacer café? ¿Hay trabajo esclavo involucrado en las plantaciones de café?¿El café contiene pesticidas u otros tipos de contaminantes que podrían ser tóxicos para tu cuerpo?

2- Autoobservación sincera.

Esta semana pregúntate con cada taza de café o té que bebas: ¿por qué tomo café o té en este momento? Obsérvate a ti mismo, sé sincero, percibe lo que está sucediendo dentro de tu cuerpo o con tu cuerpo.

¿Necesitas café para «despertarte», para permanecer despierto, para relajarte, para tener algo que sorber? ¿Es un hábito, una comodidad? ¿Es una costumbre adictiva con la que sientes que no puedes hacer nada?

Percibe tu cuerpo a medida que preparas el café o té, nota los efectos.

¿Qué estás sintiendo antes de recurrir a esa taza?

Al menos una o dos veces en esta semana, anota por qué tomaste bebidas como café o té. La razón no importa, tan solo estamos averiguando cosas sobre esto. No es el momento de culparte o desanimarte.

Jueves por la mañana: al final de esta semana, después de aprender todo sobre el café/té y habiendo observado lo que haces toda la semana respecto a eso, y los efectos que tiene en tu cuerpo-mente, pregúntate:

3- ¿Es hora de cambiar algo?

¿Estaría bien si cambiara algo en relación a beber café o té?

Si es que sí, ¿cuál sería ese cambio?

Un reto, si es que sí: hazlo durante tres semanas y nota qué sucede contigo.

4- Comparte algo sobre este experimento y sobre la semana en los comentarios.

Lo siguiente son dos puntos que surgieron y me gustaría compartir:

En una reciente conversación con alguien, se afirmó que incluso cuando uno está en el camino, realizando trabajo espiritual, es muy, muy fácil recaer en la rutina y condicionamientos diarios. Esto me recordó una conversación tenida hace muchos años con alguien que se estaba preguntando si, una vez despierto en esta vida, uno podría volver a dormirse otra vez.

En mi experiencia, vivir una vida consciente requiere establecer algunos hábitos y algunos de esos son diferentes a los que nos han transmitido a través de la familia y la cultura. El crecimiento y el aprendizaje no se detiene cuando llegamos a una nueva etapa. Para realmente estar estables en un nivel más alto, necesitamos llevar todo de nosotros a ese nivel. Según avancemos en el desarrollo de nuestro ser, las prácticas se vuelven necesarias. La comunidad de personas afines llega a ser importante. Y a veces, unas circunstancias de vida y prácticas estructuradas pueden ser altamente beneficiosas para nosotros en ese proceso.

El otro punto es este: a medida que el Espíritu que se mueve a través de todas las cosas, se mueva a través de nosotros, de ti y de mí, se expresará de una forma particular. No será lo mismo en otra persona. Al mismo tiempo, hay valores universales comunes que emergen una vez que el cuerpo-mente es despejado y el corazón está abierto.

Mi propia historia con el café.

En casa, según crecía, no tomaba café, excepto rara vez. Al comenzar la universidad, éramos más aficionados al buen té, si acaso.

Entonces, a la edad de 28, vine a EE.UU. y estuve trabajando en un hospital. Todo el mundo tomaba café, pero era lo que había que hacer. Hacer un descanso, ir a por un café, tener algo que sujetar, algo para calentar tus manos o para mantenerte despierto, ya que a veces no se dormía durante 36 horas.

Más tarde, mantuve el hábito, pero ya no tan a menudo. Cuando comencé a hacer mi trabajo a jornada parcial, poco después de haberme comprado una casa, caminaba 45 minutos hasta un Starbucks, tomaba un cappuccino, o dos, y más tarde caminaba de vuelta a casa. Hice esto alrededor de cinco días a la semana durante un año más o menos. Cuando acogía talleres en mi casa, había tiempo también para ir a cenar con algunos amigos al restaurante local y, por supuesto, había café y podías rellenar tu taza gratis. Salíamos con amigos y familia, y había siempre ese café. Recuerdo un restaurante en Alemania donde iba muchas tardes a por mi cappuccino y a escribir en mi diario o a leer un libro. Simplemente lo hacía tomando un café. Me gustaba. Era algo social y confortable. Nunca tomé café como lo primero de la mañana en mi propio hogar, pero lo hacía cada vez que iba a casa de mis padres o a visitar a alguien.

Después me mudé a una comunidad espiritual y dejé de tomar café durante años. Mi madre me visitó y quería que compartiéramos un rato sentadas con algo de café y lo hice, bebí café durante un tiempo después de eso. Luego paré otra vez, probé el sabor del mejor café: el café turco. En la taza más pequeña. El mejor café de mi vida.

Un par de años más sin café, después empecé otra vez. Ahora conozco los beneficios de tomar café solo, sin azúcar ni leche. Me llevó tiempo discernir realmente los efectos que el café tenía en mi cuerpo: los rápidos latidos de mi corazón, los intestinos más activos, y no me dormía tan fácilmente. Después de unas pocas semanas, estaba tan agotada, con fatiga suprarrenal, además de estar irritada y con poca paciencia. Paré, después de unos días las cosas empezaron a ir mejor y mejor. Probé el café otra vez, pero pronto, los mismos efectos. Pasé por esto tres veces de forma deliberada y después, paré. No tenía sentido. Cualesquiera beneficios que tuviera el café, para mí no funcionaban.

Ahora tomo una taza de té orgánico y certificado de Darjeeling cada uno o tres días, y agua.

Si mi madre me visitara una vez más ¿compartiría un rato con ella tomando café? Sí, y lo disfrutaría también. Si tuviera que conducir a algún sitio y estuviera realmente cansada, tomaría un café para mantenerme despierta. Pero los tiempos de tomar café de forma habitual se han acabado para mí.